He retomado la sana costumbre de grabarme mientras interpreto, no de forma sistemática, pero sí de vez en cuando. Control de calidad, se llama ahora. Hace unos meses jubilé definitivamente mi vieja grabadora Aiwa (y sus cintas y pilas, también) que me había acompañado, fielmente, durante muchísimos años de cabina e interpretaciones. En su lugar: un nuevo y flamante iPod.
Como muchos sabrán a estas alturas, algunos modelos de iPod tienen integrada la capacidad de grabar audio, pero para poder hacerlo se necesita un accesorio que haga las veces de micrófono. Yo opté por un Macally iVoicePro.
Mi Macally es un micrófono con diseño de los años treinta o cuarenta, compatible con el iPod, y que me permite grabar notas de voz, es decir, discursos, entrevistas, conferencias, conversaciones, ruedas de prensa, interpretaciones o música en directo. Al terminar la grabación, puedo escuchar el resultado gracias al altavoz incorporado o bien pasarlo al ordenador y escucharlo allí.
Todo el control de las grabaciones de audio se realiza utilizando el sistema de menús del iPod. Al conectar el micro aparece en el menú raíz del iPod un nuevo elemento llamado «Notas voz». Desde allí se puede iniciar una nueva grabación. Durante la grabación la pantalla del iPod muestra el número de la nota de voz que se está grabando, la fecha y el tiempo transcurrido. Las grabaciones se pueden interrumpir presionando play/pausa o menú en el iPod. Una vez suspendida se puede reanudar la grabación, detener y guardar o eliminar. Las grabaciones guardadas se muestran en el menú de Notas de voz con la fecha y hora grabación y se pueden reproducir o eliminar en cualquier momento, incluso después de haber desconectado el micrófono del iPod. Al sincronizar el iPod con iTunes, todas las notas de voz grabadas en el iPod se transfieren al ordenador y se añaden a la biblioteca iTunes como si fuesen canciones. Hay que tener en cuenta que el iPod graba en formato WAV y las notas de voz ocupan mucho más espacio por minuto que las canciones en formato MP3 o AAC.
La calidad de audio en las grabaciones es muy buena, más que adecuada para grabar interpretaciones, entrevistas, clases, conferencias o podcast, que luego puedes usar en el ordenador para practicar, corregir o mejorar.
Con este micro he convertido mi iPod en una grabadora de audio estéreo de alta calidad. Lo más interesante de este tipo de accesorios es que añaden una nueva función y se integran a la perfección con la interfaz del iPod y que las grabaciones se sincronizan de manera automática con iTunes. El aspecto negativo, sin contar el precio, es que el audio se almacena en formato WAV en vez de MP3, y por lo tanto las grabaciones ocupan muchísimo espacio.
Y si además somos ingeniosos y habilidosos, hasta podemos utilizar el iPod y su Macally para ¡llamar por teléfono!
¿Y le puedes poner también webcam, para integrar la imagen/video en tu Quality Assurance? No digas que no molaría
Te preguntarás ¿y cómo el video podrá mejorar la calidad de mi trabajo? Es fácil, podrás comprobar si la gente está realmente atenta o ha desconectado.
Yo la verdad que no soy experto en temas de videos, pero tengo un cuñao (el cuñao del cuñao de titín), que familiarmente le llamamos jaus, es un experto en todo lo relacionado con videos y grabaciones.
Además, te permitirá colgar videos sobre tu trabajo en webs y foros de moda, y que sean seguidos por cientos, qué digo cientos, millares, qué digo millares, millones de graciosos y simpáticos internautas. De eso sí que sé.
Cuñao ¡¡¡eres genial!!! Te voy a contratar para que escribas tú los posts, pero ¡vaya verborrea! Y olvida lo del vídeo del cuñao del cuñao de Titín…No quiero tantos millones de fans, y menos de la catadura de Mlnt 😉
Un video viral como el de septiembre 2007 es irrepetible. Cuñao, si tienes alguna otra predicción macroeconómica avisa, que voy con la cámara a donde haga falta!.
¡Pero qué poco serios que sois!
Jaus y Kuñao: tenéis que abrir foro propio con titín….se me ocurren mil nombres….