A principios de marzo de este año tuve la oportunidad de realizar una estancia en el Departamento de Lenguas y Estudios Interculturales de la Universidad de Heriot-Watt (Campus de Riccarton en Edimburgo) gracias al programa de movilidad Erasmus+. Estar en Edimburgo es siempre un placer (sobre todo si no llueve) pero si además estás rodeada de antiguos concabinos y buena gente, la experiencia es inolvidable 😀
Uno de los objetivos de mi visita a Heriot-Watt fue afianzar la relación que tiene el Departamento de Lenguas de Heriot-Watt con la institución para la que trabajo (IAMZ-CIHEAM) a través del programa de prácticas profesionales de interpretación para alumnos de Máster, además de presentar la institución y el programa de prácticas a alumnos y personal de la universidad. El programa comenzó hace dos años y de momento no puedo decir más que bondades; creo que es una experiencia muy enriquecedora tanto para los alumnos como para los intérpretes más veteranos que acompañamos en este proceso de transición hacia el mercado laboral.
No os voy a aburrir con los discursos o tareas con los que torturé a los alumnos de grado y Máster, pero sí me gustaría que conocierais de primera mano la opinión que tienen los alumnos de los estudios de interpretación en Heriot-Watt.
Por si no lo sabíais, el Departamento de Lenguas y Estudios Interculturales forma parte de la Facultad de Ciencias Sociales. Fundado en 1970, este Departamento está especializado en traducción e interpretación, así como en estudios interculturales y es uno de los pocos departamentos universitarios del Reino Unido miembros del CIUTI, un organismo internacional que reúne a universidades que se especializan en la formación de traductores e intérpretes. Además, el Departamento es el único del Reino Unido que ofrece interpretación de conferencias a nivel de grado. Es un programa competitivo y exigente que se imparte por profesores que son o han sido intérpretes, lo cual le da un matiz profesionalizante muy valorado por los alumnos. El programa de Máster ofrece clases adicionales de interpretación en los servicios públicos y de interpretación bilateral en contextos empresariales. Además, tanto los alumnos de grado como los de Máster hacen miniconferencias (situaciones simuladas de interpretación en las que los alumnos tienen un papel protagonista y además se enfrentan a retos profesionales como el uso del relé, el manejo de las consolas, la variedad de acentos, etc.), que resultan muy útiles para ponerse en una situación semi-profesional. Las instalaciones son de primer nivel, en las que se ha hecho una inversión de cerca de un millón de libras, y los alumnos tienen la oportunidad de utilizarlas cuando no hay clase.
Los aspectos a mejorar (y en eso coinciden profesores y alumnos) son el número limitado de horas de clase que no permite detenerse en profundidad en algunos aspectos del aprendizaje de la interpretación. Por ejemplo, Beatriz (alumna de Máster de 2017) opina que el principal problema del programa son las pocas horas de clase; y que los alumnos no puedan pasar más tiempo con los profesores, algo esencial para poder practicar con ellos, recibir opiniones para mejorar. Esto también ocurre con las clases de interpretación de enlace. De hecho, en este caso el tiempo es aún más limitado, ya que solo se cuenta con una hora práctica a la semana. No obstante, Beatriz apunta que precisamente el enfoque práctico de las clases y los profesores (personas cercanas y al mismo tiempo estrictas y profesionales de las que se aprende muchísimo) son el punto fuerte del programa de Heriot-Watt. El formato de las clases es totalmente práctico y se dedica bastante tiempo a hacer comentarios o preguntas, lo cual es realmente enriquecedor. Asimismo, las miniconferencias durante el segundo cuatrimestre son muy útiles dado que proporcionan más horas de práctica y en una situación que casi parece real.
Miriam (alumna de Máster de 2017) coincide en que las clases de interpretación son muy buenas y los alumnos aprenden mucho ya que para cada clase hay que preparar temas específicos, por lo que no solo se aprende a interpretar, sino que también se aprenden cosas nuevas y se amplia el conocimiento del mundo cada semana. Además, dado que hay pocos estudiantes se puede recibir feedback individualizado en prácticamente todas las clases. Al igual que Beatriz, Miriam cree que los profesores son bastante exigentes (y eso en cierto modo les obliga a «no dormirse en los laureles»), pero al mismo tiempo son muy cercanos y el ambiente que hay en sus clases es bastante positivo, pues siempre están ahí para dar apoyo o consejos sobre qué podrían mejorar y cómo hacerlo.
Este año tendremos de nuevo la oportunidad de trabajar en cabina con alumnos de Heriot-Watt y espero que así sea durante muchos años más … si el Brexit, y sus efectos colaterales, lo permite.
Si queréis saber más sobre las prácticas podéis leer el testimonio de Carla, Megan o Maya