No hay nada como subirse a bordo de un arrastrero para comprender el funcionamiento y la mecánica de la pesca de la gamba, por poner un ejemplo. Por mucho que estudiemos y leamos sobre el problema de los 3 mm de torzal en los copos, la selectividad de la malla rómbica, o la conveniencia de usar pota como carnada en el palangre de fondo, nada es comparable con la experiencia de primera mano, micrófono y cascos en ristre y arriba del barco, interpretando al patrón o atendiendo a las explicaciones del fabricante de redes. No sé si tamaña experiencia discurrió en modalidad simultánea andante o navegante, pero lo que sí sé es que resultó de lo más entretenida y provechosa.
Para los que no hayan podido disfrutar de un viaje en arrastrero, ni tengan la dicha de haber escuchado tantas brazoladas juntas (por no decir relingas, malletas, burlones, pantoques, esparaveles, curricanes, lances y viradas), dejo un par de enlaces a documentos que bien merecen una leída:
Definición y clasificación de las diversas categorías de artes de pesca (FAO)
Glosario de términos pesqueros (ICCAT)