En no pocas ocasiones he hablado de lo que cariñosamente llamo modalidad simultánea andante (o navegante), es decir interpretación simultánea con cascos y micrófono pero sin cabina. Para esta tarea tan compleja –pero gratificante– se suele emplear la maleta de intérprete, es decir, un equipo portátil de interpretación que resulta especialmente adecuado en numerosas ocasiones en las que se requiere interpretación simultánea fuera de la cabina. Se trata de un sistema ideal para pequeñas reuniones, visitas a empresas, o salidas de campo ya que estos equipos no necesitan ningún tipo de instalación, conexión o cableado. Al no utilizar cabinas de interpretación, el sistema suele utilizarse de manera unidireccional para interpretar las explicaciones del orador en una visita, pero no es factible el diálogo o el debate, por razones obvias.
El intérprete, que va equipado con unos auriculares cerrados con protectores de oído, diseñados para aislar –lo máximo posible– al intérprete del ruido ambiente, escucha las explicaciones del orador (que lógicamente usa el correspondiente micrófono). Los participantes, a su vez, llevan unos audífonos inalámbricos para escuchar al intérprete en los que pueden seleccionar el canal (idioma) y ajustar el volumen. Normalmente el rango de recepción de estos sistemas es aproximadamente de 100 metros al aire libre, y de 50 metros si es en interiores; con lo cual en una sala grande, el intérprete puede situarse en el fondo e interpretar sin necesidad de cabina y en el campo puede ir interpretando también sin necesidad de seguir de cerca al orador.
El uso de este sistema portátil supone una traba más a la ya de por sí difícil tarea del intérprete; por los ruidos, por el movimiento continuo del orador y del intérprete, por la bidireccionalidad, etc.; pero a pesar de esos obstáculos, la simultánea andante es además (si las circunstancias lo permiten) una magnífica oportunidad para preguntar, para aclarar conceptos o entender mejor las explicaciones teóricas, al fin y al cabo es una manera de trasladar la información de una conferencia a una realidad palpable, de convertir las letras o cifras de una gráfica en una simpática oveja churra, por ejemplo.
Yo tuve que interpretar una vez con algo parecido, en una sala enana, con un micro que hacía eco y los auriculares no eran aislantes. Estaba interpretando para Vidal Sassoon, y ellos mismos te daban el aparatito (lo tenían todo ahí bien montado), pero la mala calidad de los auriculares y del micrófono del profesor (que, además, muchas veces, dirigía la voz al lado contrario del micro) hacía que me fuese más fácil escuchar al ponente sin los cascos y aguantar el micro solo y hablar, que no hacerlo de la otra forma. Pero, claro, si lo hacía así, también oía a los otros intérpretes (más concretamente, una japonesa justo al lado, y una italiana al lado de la japonesa). Así que, ni te puedes imaginar la horita que pasé, sufriendo, sudando y, la mitad de las veces, sin siquiera poder interpretar. Suerte tuve que mi cliente entendía algo, y solo tenía que explicar cosas que creía que no habría entendido, o si no, se giraba, me sonreía, y yo solo tenía que soltar el rollo 🙂
Me sigue gustando mucho más la traducción de enlace, aunque, a veces, también tenga su intríngulis, ya que los que hablan se piensan que tengo una grabadora en el cerebro, y no te dejan que les interrumpas para traducir, o si lo haces, empiezan a hablar de nuevo a los 5 segundos, cuando vas por la mitad de tu traducción XD
¡Hola Curri! Veo que tuviste una experiencia inolvidable con el sistema portátil ;-( Yo no me puedo quejar, excepto cuando el personal se emociona y empieza a interrumpir o a hacer preguntas todos a la vez …pretendiendo que la intérprete (o los aurículares) hable en español e inglés a la vez ¿¿¡¡??!! En ese momento, lo mejor es quitarse los cascos y hacer enlace, como bien dices.
Tiene sus limitaciones, pero en las visitas «campestres» es más fácil y rápido seguir las explicaciones con el equipo de simultánea, y luego ya pasar a otras modalidades cuando comienza el diálogo.
¡Un saludo! Y gracias por la visita 😉