Nubes, satélites y mosquitos

Siempre me dicen que este blog parece un blog de botánica (¿será por que me dedico a interpretar en el campo de las ciencias agrarias?), así que hoy va de bichos, grandes y pequeños.


La semana pasada tuve la oportunidad de interpretar una conferencia interesantísima sobre el retorno de la lengua azul (parece el título de una película de miedo, de las malas), una enfermedad vírica, erradicada durante 40 años, que afecta a ovejas, cabras y vacas y que entraña graves riesgos sanitarios y produce tremendas pérdidas económicas y comerciales. La susodicha enfermedad se trasmite a través de un mosquito de nombre inofensivo, Culicoide, que viaja grandes distancias en nubes de polvo del Sahara.

Lo que más me llamó la atención fue el uso que se hacía de los satélites para predecir la llegada de los mosquitos y por tanto de la lengua azul. El Barcelona Supercomputing Center ya utilizaba programas informáticos muy sofisticados para estudiar el movimiento de las partículas de arena (nubes de polvo del desierto del Sahara) para predecir la contaminación en las ciudades. Esta información se está aplicando con gran inteligencia, de tal forma que en cuanto hay un foco de infección se consulta el satélite para saber si las semanas anteriores ha entrado polvo que arrastra enjambres de mosquitos. De esta manera, se puede acelerar la vacunación en determinadas zonas.

El mes pasado, el diario El País publicó un artículo que resume muy bien el proceso de entrada de la Lengua Azul.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.