Cuando nos ponemos los auriculares antes de empezar una conferencia siempre se siente un cierto nivel de tensión, más que nada porque nunca podemos prever lo que va a suceder a partir de ese momento, conceptos o términos desconocidos, una ponencia no prevista, un cambio de última hora en el programa, además de los acentos y velocidades que no están en el guión. Cosas fuera de nuestro alcance y que -nos guste o no- son inherentes a la profesión. Hay pocas actividades que requieran tanta concentración o que sean tan exigentes para la mente como la interpretación simultánea. No es de extrañar que los intérpretes cultiven todo tipo de pasatiempos y aficiones para intentar rebajar el nivel de estrés cotidiano, desde los paseos hasta la meditación, pasando por la cocina, el running, el baile, la naturopatía, los masajes, los cristales, la jardinería o las piscinas de flotación. Hoy vamos a hablar del yoga, una disciplina que cada vez tiene más adeptos ente los intérpretes, y como yo soy una total analfabeta en este terreno, traigo a mi querida amiga Susanne Baumann para que nos ilustre sobre las bondades de la práctica diaria de yoga.
Susanne Baumann además de ser una intérprete con una amplia trayectoria profesional, es la directora de Facilitating Yoga. Susanne lleva años practicando yoga y es una firme defensora de sus beneficios para el intérprete:
¿Cuándo y cómo comenzaste? ¿Qué te llevó a interesarte por el mundo del yoga?
Comencé en 2001 cuando estaba esperando a mi hijo Jamie; pensé que apuntarme a clases de ‘yoga para embarazadas’ sería una manera muy bonita de vivir ese momento tan especial en el que una nueva vida empieza a crecer dentro de ti, y desde luego así fue.
Después de 16 años haciendo yoga ¿qué cambios has notado y en qué te ha beneficiado como intérprete?
Desde el momento en el que realicé mi primera formación como profesora de yoga con Tara Judelle en 2013/14 y ahora, que he entrado en la formación avanzada de profesores de Embodied Flow™ con Tara Judelle y el Dr. Scott Lyons, creo que he experimentado un cambio enorme en cuanto al beneficio que me aporta la práctica de yoga y el manejo del estrés. Desde luego, me siento más fuerte, más relajada, más resiliente, diría yo.
¿El yoga es para todos? Muchos intérpretes somos nerviosos, impacientes y solemos llevar una vida un tanto ajetreada y a no pocos he oído decir que serían incapaces de estar en una clase de yoga, porque en lugar de relajarse se pondrían más nerviosos ¿qué les dirías?
Sí, de vez en cuando oigo este tipo de comentarios, pero creo que nacen del hecho de que en general la gente tiene una noción muy vaga de qué es el yoga y de lo que puede hacer. Porque realmente lo que puede hacer es exactamente eso, sacarte de ese estado de prisa y ajetreo constantes y llevarte hacia un estado de equilibrio, calma y fuerza interior. Si no tenemos la costumbre de disfrutar de momentos de calma o hacer meditación de manera regular, nos vendría bien una clase de yoga exigente y un profesor de yoga que nos tenga en asanas (posturas) durante más tiempo. Porque, créeme, cuando realizas los ejercicios correctamente no tienes tiempo de pensar en las cosas que tienes que hacer, la lista de la compra o cualquier otra preocupación que tengas en ese momento en la cabeza. Después de haber sudado una buena sesión de yoga, estás preparado para la meditación.
También hay estudiosos que dicen que las estrategias de relajación que se aprenden con el yoga pueden reducir el nivel de ansiedad o nervios pero que no son del todo adecuadas para la interpretación ¿qué opinas?
No sé muy bien a qué estudios te refieres, pero lo cierto es que mientras interpretamos nuestras glándulas suprarrenales están produciendo adrenalina que desde luego necesitamos para garantizar una total concentración y estado de alerta. Lo que he observado en mi caso y con algunas colegas, es que muchas veces nos cuesta enormemente desacelerar el cerebro después de la interpretación y unas cuantas necesitamos tomarnos una copa de vino o dos al finalizar la jornada, algo que está muy bien siempre que no tengamos que volver a cabina temprano a la mañana siguiente. A mí me resulta más fácil volver a la calma, gracias a la práctica habitual y diaria del yoga (mental y física). Además, necesitamos movernos después de pasar horas sentados en cabina para contrarrestar los efectos nocivos que eso tiene sobre la postura, el metabolismo, etc. El cuerpo y la mente tienen que estar en equilibrio y el yoga ofrece exactamente eso, y al alcance de todos ¡créeme!
¿Y la alimentación? ¿Qué papel desempeña dentro del yoga? ¿Hay alguna pauta nutricional?
No soy dogmática en este sentido, como carne de vez en cuando y me gusta disfrutar de un gin-tonic o de una copa de vino. Suelo evitar el azúcar y el café o cualquier cosa que sea excesivamente estimulante. Pero es algo personal, cuanto más practicamos y cuando aprendemos a escuchar a esta construcción tan increíblemente inteligente que es nuestro cuerpo, mejor adaptamos nuestros hábitos alimenticios.
¿Algunas recomendaciones o sugerencias finales?
¿Por qué no probarlo? Os animo a que busquéis un centro de yoga que os quede cerca y os guste; probad una sesión o varias en distintos centros. Estoy totalmente convencida de que este mundo sería un lugar mejor y más feliz si hubiera más gente disfrutando de los maravillosos y enriquecedores beneficios que ofrece el yoga.
Aquí os dejo un par de lecturas y vídeo sobre el tema:
Flerov, Cyril (2014): “The mirror is originally clean”: Simultaneous interpreting as a form of dynami. aiic.net November 13, 2014. Accessed December 3, 2017.
Ivars, Amparo Jiménez y Calatayud, Daniel Pinazo (2013): Mindfulness training for interpreting students. Lebende Sprachen, 2013, vol. 58, no 2, p. 341-365.
Violaine Tourny (2014): Applied Yoga for Interpreters & Translators. Vídeo. 2014 Multi-Languages Annual Conference.