Acabo de recoger los papeles que quedaban por encima de la mesa de cabina y he descubierto unas hojas muy interesantes con los dibujos o garabatos que me da por hacer mientras interpreto, un auténtico desastre con cifras, círculos, flechas y demás rayas. Es un tema que siempre me ha llamado la atención, no solo a mí, sino a todos los intérpretes (Elisabet Tiselius, por ejemplo, ya habló de los garabatos hace un par de años en su blog Interpretings -ahora In my words: Booth doodle). El pasado mes de noviembre el tema volvió a surgir con un grupo de alumnos de Diana Soliverdi en la UAM, adonde había ido a hablar de la blogosfera y la interpretación 2.0. El debate que se generó fue muy interesante y quedé en que me pondría manos a la obra y eso he hecho. Tras leer y consultar escritos varios de psicólogos y demás garabatólogos parece obvio que estas figuras sin orden aparente son mucho más que unos trazos sin ton ni son, y que hasta el dibujo más inocente encierra un mensaje del inconsciente.
Los garabatos están relacionados con la capacidad disociativa de nuestra mente: por una lado estamos escuchando al conferenciante o interpretando –en nuestro caso– y por otro el inconsciente se expresa a través de las más diversas formas escritas y artísticas.
Los científicos afirman que la actividad garabateadora favorece la concentración mental y estimula la memoria. Además de ayudar a recordar más y mejor, los garabatos nos sirven para liberar estrés y ansiedad, dan rienda suelta a nuestra oculta creatividad y alejan los pensamientos negativos. Los garabatos revelan el temperamento y estado de ánimo de quien los traza. Hay varios tipos de garabateadores: los ambiciosos (triángulos, soles, planetas), los románticos (flores, labios, estrellas y corazones), los impacientes (corazones, flores, estrellas, interrogantes y cuadros en 3D < esa soy yo ;-)), los inseguros (arañas, muros de ladrillos y telas de araña) y los espíritus libres (figuras abstractas o repetidas y círculos rellenos). La forma del garabato no lo es todo. Hay que tener en cuenta otros factores como el color o la presión con la que se hace el trazo (la presión fuerte indica tensiones; una suave, significa dudas, indecisión, timidez, o falta de carácter), la porción del papel (por ejemplo, los extrovertidos garabatean a mitad de página, los que tienen un buen grado de confianza y seguridad dibujan en la parte superior. Los nostálgicos eligen la parte izquierda de la página y los que sienten la necesidad de dar un mensaje importante dibujan a la derecha), el tamaño (los garabatos muy grandes son típicos de las personas presuntuosas y los muy pequeños indican tristeza) o el tipo de dibujo (las líneas horizontales son propias de la gente introvertida y las verticales sugieren una persona positiva, por ejemplo).
Tanto grafólogos como psicólogos encuentran rasgos comunes en estos trazos sin sentido aparente que os resumo aquí para que podáis analizar vuestros garabatos de cabina 😉 porque está claro que la garabatología aplicada a la interpretación podría desvelar cosas muy interesantes sobre nuestra actitud ante el estrés con el que tenemos que convivir en cabina:
– Predominio de rectas, formando o no figuras geométricas: indican energía y dureza, predominio de la actividad mental, lógica, autocontrol, resolución.
– Cuadrados: búsqueda de seguridad, de apegarse a lo conocido o convencional, agresividad controlada.
– Triángulos: resistencia, agresividad bien canalizada; hay que analizar hacia dónde agudiza más los ángulos, predominio de la razón, de lo intelectual, actividad, intransigencia, rigidez, oposición.
– Cruces: con brazos iguales señala la búsqueda de equilibrio; la cruz cristiana puede simbolizar lo divino del sufrimiento.
– Estrellas: arquetípicamente simboliza los principios que presiden la armonía de dos mundos: el psicológico y el espiritual. Es la búsqueda de guía.
– Predominio de curvas: son personas que se llevan más por el sentimiento, más afectivas, cordiales, quieren agradar, se contactan con suavidad, simpatía.
– Espirales: indican dar vueltas y vueltas antes de iniciar una acción, preámbulos al hablar, querer acaparar la atención de los demás, narcisismo, egocentrismo, tendencia a las obsesiones, a dar vueltas sobre una misma idea fija que preocupa al sujeto.
– Círculo: es representativo de la búsqueda del propio sentido, del sí mismo. Los círculos concéntricos expresan que el autor está angustiado por sus propios problemas o pensamientos, de los cuales le cuesta salir por su excesiva prudencia.
(El significado de los garabatos que hacemos sin darnos cuenta. Diario Panorama: 12 de mayo de 2009)
Fuentes consultadas:
Doodling interpretation. En: Target Woman.
Why do we doodle?. En: The Register (2006).
¿Qué significan los garabatos?. En: Rincón Psicología (2012).
El significado de los garabatos. En: Dragón Omega (2009).
Interesante, reconozco que sí dibujo en cabina y mis garabatos son casi siempre líneas curvas y círculos, así que entiendo que soy una angustias simpática.
Me relaja mucho sobre todo mientras mi compañero interpreta (si no me necesita demasiado) y en ocasiones mientras espero en las pausas.
¡Gracias por tu comentario, Aida! Yo garabateo mucho en cabina y cosas muy distintas según esté interpretando o escuchando. Cuanto más complicado es el ponente o el tema más círculos dibujo. Si la conferencia está bien estructurada suelo hacer dibujos más líneales … siempre me ha gustado la grafología y los jeroglíficos, así que no es de extrañar que esté tan fascinada por los garabatos 😉
¡Un saludo!
¡Qué interesante! Yo siempre he hecho garabatos en los cuadernos y demas pero apenas tuve sesiones en cabina así que no sabía que los intérpretes también lo haciais :D. Me parece un tema muy interesante. Gracias por está entrada. 🙂
¡Gracias por el comentario, Herminia! No sé si todos los intérpretes garabatean, pero yo desde luego no dejo papel sin raya … será cuestión de carácter 😉
¡Un saludo!
Muy interesante, Clara, de ahora en adelante me fijaré en el tipo de garabatos que esté haciendo mi compañera o (más raramente) compañero. Personalmente me he dado cuenta de que cuando me da por tomar notas a mano sobre expresiones utilizadas por el ponente, por ejemplo, ¡se me quedan mucho más que si lo escribo con el laptop! 🙂
Interesantísimo! Yo soy algo entre impaciente (cuadros en 3D) y espíritu libre (figuras abstractas o repetidas). Eso sí, yo tampoco dejo papel sin dibujo en cabina.
Gracias, Clara, por esta entrada tan reveladora. Dado que yo en cabina nunca hago garabatos de ningún tipo, limitándome a apuntar números, me pregunto qué querrá decir eso sobre mi personalidad. Probablemente que me gusta el orden o algo así. Por otro lado, sueño con tener un escritorio tan minimalista como mis apuntes, pero siempre se amontonan los papeles 🙂 Y por si fuera poco, a mi gata le encanta acostarse encima de ellos.
¡Hola Frederic! Sí a mí me pasa lo mismo, suelo recordar mejor lo que escribo a mano que lo que escribo en el ordenador; será por eso que garabateo tanto 😉
¡Gracias por pasarte!
¡Gracias Niki! Veo que somo muchos los aficionados al garabato 😀
¡Un saludo!