En tiempos de crisis, recortes y tijeretazos, la contratación de los siete intérpretes y los 7000 u 8000 euros que cuesta su trabajo al día ha suscitado todo tipo de comentarios y críticas en los medios. La polémica surgió ayer a raíz de la comparecencia de José Montilla en el Senado con motivo del Debate para valorar los efectos para las Comunidades Autónomas de la situación actual de las propuestas de candidaturas a magistrados del Tribunal Constitucional presentadas por las respectivas asambleas legislativas. El President sorprendió a todos, intérpretes incluidos (había siete intérpretes: dos para el catalán, gallego y euskera y uno para el valenciano), haciendo uso del gallego, el euskera y el catalán durante su comparecencia en la Comisión General de las Comunidades Autónomas del Senado, y según algunos periodistas, esta situación generó un auténtico caos y algún que otro problema en la interpretación.
Para otros, fue una especie de ensayo general de lo que dentro de algunos meses se avecina en el pleno de la Cámara, cuando un nuevo cambio de reglamento autorice a defender allí determinadas iniciativas con interpretación simultánea. Sin embargo, en este caso no se espera unanimidad, ya que el el Partido Popular se opone a la extensión del uso de las lenguas autonómicas a otros órganos de la Cámara. La medida, impulsada por los senadores catalanes y apoyada por los otros grupos nacionalistas, saldrá adelante sólo si se aceptan las condiciones del PSOE, que entre otras excluirá las sesiones de control e interpelaciones a miembros del Gobierno y pondrá como condición que los promotores no intenten extender la medida al Congreso.
El servicio de interpretación simultánea en el Senado está en uso desde septiembre de 2005, momento en el que entró en vigor el empleo de las lenguas cooficiales en la Comisión General de Comunidades Autónomas, con interpretación simultánea al castellano. De hecho, es el único órgano del Senado en el que por el momento pueden hacerlo en virtud de una reforma del reglamento de la Cámara que se aprobó en 2005 por unanimidad de todos los grupos.
El equipo de intérpretes forma parte de una bolsa de trabajo del Senado, compuesta por unos 15 profesionales, seleccionados en 2005 tras varias pruebas y exámenes. Además, el Senado cuenta con una bolsa de 25 traductores e intérpretes, a los que recurre según se convocan reuniones de esta Comisión. La única referencia al coste de los traductores en una sesión como la de ayer parece ser que se encuentra en la convocatoria del 23 de octubre de 2008. Aquel día la traducción costó 6500 euros, según datos del Senado. Esta legislatura ha habido siete reuniones de la Comisión General de Comunidades Autónomas, la única donde se permite hasta el momento el uso de las lenguas cooficiales en cada Comunidad. El gasto en traductores, según el dato de referencia, ha sido de unos 45.500 euros hasta ahora.
Vía: Diario crítico , Ecodiario, El Diario montañés, ABC
¡Buenísimo! El imparcial también hace referencia a esta España de pandereta y de pinganillo:
http://www.elimparcial.es/nacional/el-pinganillo-64116.html