Con este título se conserva en el archivo madrileño de la familia Herrero Hernández una obra inédita de Luis Hernández Alfonso bajo forma de un legajo formado por varios centenares de cuartillas, en su práctica totalidad autógrafas, que constituye, junto con el elevado número de «papeletas» que sometió a la Real Academia Española, un testimonio de su acendrado amor a la pureza de la lengua española y de su extenso y cualificado dominio de ésta. Su Glosario de voces en desuso (o infrecuente o que sólo se emplean en una de sus varias acepciones), bien merece una ojeada.
Como nieto de Luis Hernández Alfonso y responsable de la publicación progresiva en la Red de su obra «Defensa del idioma», en la que se incluye el Glosario de voces en desuso, agradezco muy sinceramente el interés que muestra Ud. por ese trabajo. En añadidura, mi condición de traductor e intérprete jurado, por la afinidad que supone con la suya de intérprete de conferencias, constituye un motivo más de satisfacción y alegría por esta coincidencia en la Red.
Es mi intención, en los próximos meses, ir colgando en la bitácora Los Hernández los restantes contenidos de «Defensa del idioma», junto con las numerosísimas papeletas enviadas por mi abuelo a la RAE por mediación de su primo hermano D. Luis Alfonso, representante de la Academia Argentina ante la Española. Cada una de ellas, en su concisión, constituye un pequeño tratado de buen hacer lingüístico; creo poder afirmar que su lectura aúna lo útil con lo ameno.
Gracias de nuevo por su atención y señalación, junto con un saludo muy cordial.
Pues me he leído todos los términos del glosario. He encontrado verdaderas joyas que no conocía, sobre todo las que se refieren a objetos y cosas cotidianos que, hasta hoy, para mí no tenían nombre. Unos ejemplos:
mador
Sudor ligero que no llega a formar gotas.
fucilazo
Relámpago sin trueno en el horizonte.
luquete
Rodaja de naranja o limón que se pone en una bebida para darle más sabor.
adarce
Costra ligera de sal que deja el mar en los objetos que moja.
Gracias a usted y a todos los que han hecho posible la bitácora «Los Hernández» y han sacado a la luz el magnífico trabajo de Luis Hernández Alfonso para compartirlo con todos los que disfrutamos hablando, leyendo y escuchando español, y queremos seguir aprendiendo. Es una auténtico regalo y un buen ejemplo a seguir. Enhorabuena.
Ramón: La verdad es que este glosario es una delicia para los oídos, y habría que leerlo con cierta frecuencia…. Afortunadamente, la familia Herrero Hernández va a ir ir colgando en su bitácora Los Hernández los restantes contenidos de «Defensa del idioma», junto con otros materiales interesantes, así que habrá que estar al tanto.
Y cómo a mi lo que me gusta es rusticar (intr. Salir al campo o vivir en él), he disfrutado enormemente con todos los términos relativos a la geoponía (- f. agricultura):
Batifora.- f. Tributo que ha de pagar el arriero al guarda de una finca por apacentar sus recuas en ella.
Redonda.- f. Dehesa o coto de pastos.
Berrenchín.- m. Vaho que echa el jabalí furioso. / Berrinche.
Binza.- f. Fárfara o telilla interior de los huevos. / Película de la cebolla. / Telilla del cuerpo de un animal.
Giste.- m. Espuma de la cerveza.
Borra.- f. Cordera de un año. (Úsase únicamente en sus acepciones de «lana más corta», «pelo de cabra» y sobre todo en las de «pelusa de algodón» y «pelo que se saca al tundir»).
Galpito.- m. Pollo desmedrado y débil.
Burdégano.- m. Hijo de caballo y burra.
Rebudiar.- intr. Roncar el jabalí cuando siente gente.
Cajel.- adj. Dícese del fruto del naranjo agrio injerto de dulce.