Cada vez que me pongo a practicar consecutiva me siento abrumada. No sé si se debe a la falta de práctica o a que después de años de simultánea he desarrollado tanto la memoria a corto plazo que me resulta complicadísimo el ejercicio de consecutiva. ¿Cómo haría el afamado Paul Mantoux que, dicen, era capaz de interpretar un discurso de dos horas? Está claro que la memoria desempeña un papel primordial en el buen desempeño del intérprete y es un inestimable soporte para las demás habilidades y aptitudes que se le supone a un intérprete (capacidad de análisis y síntesis, rapidez de reacción y adaptación inmediata a oradores, situaciones y temas, facultad de concentración, resistencia física y nerviosa mayor que la habitual, elocución adecuada, gran curiosidad intelectual, probidad intelectual absoluta, tacto y diplomacia, etc., etc. y etc.).
Precisamente de la memoria trata un artículo que acabo de leer de Ana Vivian Fernández Peraza y Luis Felipe Herrera Jiménez titulado «La memoria: ¿piedra angular del proceso de interpretación?». Los autores hablan de esa retahíla de habilidades que el intérprete ha desarrollado y de los factores que pueden incidir en el proceso de interpretación: las presiones psicológicas, la existencia de un público, el dominio inadecuado o deficiente de las lenguas de trabajo, los oradores que hablan muy rápido, las malas condiciones de trabajo, el poco conocimiento sobre el tema que se trata, etc. Tanto en el caso de las aptitudes como de los factores que inciden en la actuación profesional del intérprete, parece ser que la memoria desempeña un papel primordial: no sólo la memoria a corto plazo, sino la memoria a largo plazo, episódica, semántica, verbal y visual. Todo un ejército de memorias que a partir de ahora habrá que mimar un poco más.
Vía: ISLAS, 45(137):78-85; julio-septiembre, 2003
Buena entrada. Lo que explicas es justo lo que me tira para atrás de la interpretación. Me gusta, y la consecutiva se me da bien, aunque desde la carrera no he hecho nada, pero la presión de estar allí con público y todo es demasiada. Admiro a los que podéis hacerlo y, quién saber, quizás es cuestión de empezar poco a poco, con la de enlace me atrevo.
La memoria es primordial, pero según la gente que conozco, no saben cómo podemos entender esos jeroglíficos jajaj.
¡Gracias Verónica! Yo creo que es esencial controlar los nervios porque por muy buena memoria que tengas, si el miedo o la tensión te bloquean, ese recurso ya no te sirve de mucho ;-( Y eso es especialmente cierto en la consecutiva, donde ya no estás al ámparo de la cabina sino delante de muchos ojos que siguen tus palabras con mucha atención … que se lo cuenten al intérprete de Calderón, como decía en la entrada del martes 😉
Seguiremos practicando…..
Muy buena la entrada sobre la memoria, dentro de la carrera nos enseñaron algunos técnicas de memorización, pero creo que es toda una práctica y deben de haber muchos más técnicas que se deben de poner en práctica, que no las enseñan en la carrera.
Saludos desde Perú
¡Gracias Roxana por tu comentario!
La verdad es que además de las técnicas, la constancia en la práctica es esencial…y si no tenemos oportunidad de hacer consecutiva, más vale ir haciendo ejercicios de manera regular para no perder costumbre 😉
¡Un saludo a Perú desde España!
Yo soy un ternerillo comparado contigo, pero me atrevo a dejarte un comentario.
La verdad es que intento compaginar siempre trabajos de simultánea con consecutiva, y siendo muy importante la memoria y sobre todo (para mí) la capacidad de centrar la atención para este último tipo de trabajo, hay otra habilidad que creo que debemos practicar sin miedo: la de parar, de manera educada pero firme, al ponente cuando lleva un tiempo demasiado largo hablando para que podamos realizar de manera eficiente nuestro trabajo, sobre todo cuando estamos de pie y no podemos apoyarnos en notas de ninguna manera. Para mí (será distinto para cada uno, y dependerá obviamente de otros factores, como por ejemplo el tema que se esté tratando) ese tiempo máximo está entre cinco y diez minutos.
A no ser que efectivamente te hayan pedido que hagas toda la consecutiva de corrido, es bueno parar de vez en cuando al ponente aunque inicialmente le sorprenda (por supuesto, lo ideal es haberlo hablado y pactado los plazos antes con él o ella). Según avanza la interpretación, la sincronía y los resultados son cada vez mejores. En mi caso, nunca un ponente se molestó porque trabajásemos de esta manera.
¡Gracias Iván por tus comentarios!
Si tu eres ternerillo, eso me convierte a mi en vaca ¿no? 😉
Tienes mucha razón en lo que dices y es verdad que el poder concertar las pausas o cortes ayuda enormemente aunque no siempre es posible, depende del tipo de reunión, cuanto más formal, menos margen para negociar los tiempos y normalmente tiempos más largos. En reuniones más distendidas o con formato de curso puedes ponerte de acuerdo con el ponente para que la sesión resulte más dinámica, pero si el ministro de defensa pronuncia un discurso antes de una cena de gala, me temo que no hay mucho que negociar….
Gracias de nuevo por el comentario y la visita.
¡Un saludo!
Iván (el ternerillo) me recomendó este blog y me está gustando mucho lo que he leído por el momento. Soy la cría más joven que suele acompañar a Iván en algunas cabinas y una enamorada sin remedio de la consecutiva. Mi profesor de interpretación, el señor Sampere decía que es porque tengo buena memoria de fabrica, quizás sea cierto, aunque en consecutiva me resulta tan fácil concentrarme al no tener la protección de la cabina que la memoria no me da problemas.
Ahora soy yo la que imparte clases de interpretación y me encuentro siempre con la misma problemática, mis alumnos aseguran odiar la consecutiva únicamente por el factor memoria. Hace un par de semanas unas intérpretes de la UE fueron a darles consejos y les recomendaron ejercicios de memoria pero creo que me gustaría poder mostrarles esta entrada (si das tu consentimiento) para que vean que es una cuestión habitual entre profesionales y que trabajando se superan todos los obstáculos.
¡Hola Aida!
No te lo creeras, pero ahora mismo estaba leyendo tu blog (que he descubierto por un tweet de ruben de la fuente) y me estaba riendo sola imaginando los curiosos objetos del Hotel Julia 😉
Me ha encantado el blog, por cierto, y desde ya lo adjunto a mi lista!
En cuanto a la consecutiva, es curioso, pero creo que más allá de la memoria (que se puede entrenar), tiene que ver mucho con la personalidad del intérprete; los hay que prefieren estar en el «ruedo» y otros se sienten más cómodos en el «burladero», sin desmerecer a ninguno.
Y por cierto, no tienes que pedir permiso, la idea del blog es precisamente la de compartir recursos e inquietudes.
Gracias por pasarte por aquí y te seguiré leyendo…recuerdos al ternerillo 😉
Un saludo,
Clara
hola
hay personas que por razon tienen que recordar cosas que se le olvidaron muchas veces las memorias se pierden pero la persona tiene que hacer un analisis por que mucahs veces consumen mucho alchol i drogas i se quema las neuronas cerebral i por se nos olida todo por fabor tenemos que hacer un ejercicio de mente pra poder acordarnos de todo grcias
Querida intérprete-bloguera:
Me ha gustado mucho esta entrada, especialmente porque lo acabo de explicar en clase y me viene muy bien para ilustrarlo.
Por cierto, no veo nuestra universidad entre las que citas bajo el epígrafe «Formación para intérpretes». Desde hace más de una década estamos formando intérpretes en la licenciatura en Traducción e Interpretación, ahora grado, en la Universitat Jaume I de Castellón (UJI). Te agradecería nos incluyeras, pues entre otras cosas siempre hemos estado entre los 3 primeros en los rankings al uso.
Un abrazo
¡Tienes toda la razón!
Lapsus solventado,
Un saludo
Hola, Clara:
El enlace a «La memoria: ¿piedra angular del proceso de interpretación?» está roto… Presenta un error 404. ¿Sabes dónde se puede encontrar ahora este trabajo?
Saludos desde Tenerife,
Judith
Hola Judith:
Tienes razón, han debido quitar el acceso al artículo. Te paso otra dirección:
http://signapuntes.8forum.info/t34-la-memoria-piedra-angular-del-proceso-de-interpretacion
Un saludo,
Clara