Richard W. Sonnenfeldt, el jefe de los intérpretes durante los juicios a los oficiales nazis en Nuremberg al final de la Segunda Guerra Mundial, murió el pasado viernes en Washington a los 86 años de edad.
De origen judío, Richard Wolfgang Sonnenfeldt nació el 23 de julio de 1923 en Berlín y se crió en Gardelegen, en el noreste de Alemania. En 1938, sus padres, Walter y Gertrud Sonnenfeldt, ambos médicos le enviaron junto con su hermano pequeño, Helmut, a un internado en Inglaterra, en un intento de sacar a la familia de Alemania. Dos años más tarde, en mitad de la guerra, Sonnenfeldt fue declarado extranjero enemigo por su nacionalidad y deportado a Australia (a su hermano, que entonces tenía 14 años, le permitieron quedarse). Tras muchas vicisitudes llegó a Estados Unidos en 1941 y allí se reunió con su hermano y sus padres que se había escapado a Suecia y de allí a Estados Unidos para instalarse en la zona de Baltimore.
Sonnenfeldt interrogó a algunos de los más notorios líderes nazis, incluidos al lugarteniente de Adolf Hitler, Hermann Goering, a Albert Speer, que estuvo a cargo del armamento y la producción bélica en la guerra de Alemania; y al ministro Rudolf Hess. Todos fueron condenados por crímenes de guerra.
Sonnenfeldt era un soldado de EE. UU. cuando fue elegido como intérprete por sus conocimientos como bilingüe. El intérprete contó su experiencia en sus memorias tituladas «Testigo de Nuremberg» (Witness to Nuremberg). Más tarde Sonnenfeldt se graduó con un grado en ingeniería eléctrica y fue a trabajar a RCA donde ayudó a desarrollar el televisor a color. Ávido navegante, el ex soldado cruzó el océano Atlántico 3 veces en los años setenta.
Vía: The New York Times
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