Si interpretar ya es de por sí una tarea difícil, hacerlo escuchando dos discursos a la vez resulta de lo más meritorio, por no decir cómico. Me explico. Hoy me ha ocurrido una cosa de lo más curiosa. Estaba interpretando a un profesor holandés que dictaba una clase sobre los mecanismos de defensa que las plantas desarrollan para defenderse de herbívoros, plagas e insectos y estaba la mar de entretenida intentando seguirle la pista a un ácaro naranja que se estaba aventurando por un olfactómetro. De repente he empezado a escuchar también a un ponente danés que en la sala contigua estaba hablando del contenido del estómago de bacalaos, espadines y arenques…??¿¿¿ A veces se dan situaciones así de surrealistas, y desconozco la explicación porque el mundo de los cables y frecuencias es todo un misterio para mí. Curiosamente, a los pocos minutos de haberse solventado el incidente técnico, he empezado a escuchar (y los asistentes también) una telenovela, mientras mis colegas en la sala del danés escuchaban las preguntas sobre nematodos de mi sala …. Desde luego no hay nada como una buena dosis de buen sentido del humor para encarar un día así.